En un bol, mezclar la mezcla de espinacas y huevo con el pan rallado, el queso Grana Padano finamente rallado, la harina y una pizca de nuez moscada. Batir bien todo hasta obtener una mezcla dura y compacta. Formar una bola de pan, envolverla en la película transparente y dejarla reposar en el frigorífico durante 30 minutos.