300 g de harina de trigo sarraceno ecológica sin gluten
1 huevo
7 g de sal gruesa
40 g de queso Grana Padano rallado
750 ml de agua
Para el relleno:
30 g de queso Grana Padano rallado
100 g de queso rallado
4 huevos
4 lonchas finas de jamón cocido
Un poco de mantequilla
Pimienta
Sal
Un poco de cebollino
Preparación
STEP 1
Mezclamos la harina y la sal en un bol grande. Añadimos el huevo, el queso Grana Padano rallado y el agua. Con ayuda de unas varillas de mano o de una batidora de mano mezclamos hasta obtener una masa lisa y fina y dejamos reposar la masa media hora.
Movemos bien la masa. Engrasamos la crepera (o sartén antiadherente) con un poco de mantequilla o de aceite (si queda más de la cuenta la quitamos con un papel absorbente).
STEP 2
Con ayuda de un cazo cogemos la masa y la dejamos caer sobre la crepera distribuyendo la masa bien por toda la superficie y asegurándonos de que queda uniformemente repartida.
STEP 3
Pasados un par de minutos aparecerán agujeritos en la superficie. esa es la señal de que toca darle la vuelta al crepe. Rallamos un poco de Grana Padano sobre toda la base y en el centro formamos círculo con el queso rallado. Cáscanos el huevo dentro del círculo y repartimos bien la clara sobre toda la superficie. Cortamos una loncha de jamón cocido en trozos y lo repartimos alrededor del huevo (que se vea bien la yema para que luego quede bonita).
STEP 4
Cuando el huevo esté casi cuajado doblamos el crepe doblando las esquinas hacia dentro formando un cuadrado de cuatro esquinas que es el cierre clásico bretón. Primero un lado, después otro y así hasta haber doblado los 4 lados. Sacamos al plato añadimos un poco de cebollino picado y ¡a disfrutar!